Desde la Ruina, Lothering nunca volvió a ser lo mismo, antes era un pueblo hermoso y tranquilo, ahora, aún después de tanto tiempo se podía ver y sentir los vestigios de la Ruina, la corrupción de los engendros tenebrosos fue demasiada, las plantas aún no crecen como lo hacían antes, pero un avance es que ya se pueden ver algunas áreas cubiertas de un escaso y decolorado pasto y la tierra vuelve a recuperar su color, algunas cosas se pueden cosechar pero por el momento y no hasta algunos años mas, Lothering sigue dependiendo de Risco Rojo y en menor medida de Denerim.
Al llegar, Bethany se encontró no con la mejor cara de Lothering, sin duda la anciana Miriam era muy necesaria, ella se encargaba de mantener en orden el pueblo y sin ella las cosas estaban un poco salidas de control, la gente utiliza propiedades que no son suyas y eso acarrea conflictos con los legítimos dueños,ademas la gente roba cultivos y algunos animales, la situación no era la mejor económicamente hablando y eso llevaba a la gente a hacer lo que hacia, seguramente una racha que pasaría en un par de años cuando Lothering pudiera sostenerse por si mismo.
La menor de los Hawke llegó a la taberna y pidió una habitación, dejó a su caballo, un purasangre fereldeno fuera atado a una valla con una cuerda vieja. Nunca le gustaron las tabernas pero cuando se es Guarda uno se acostumbra a todo, incluso a las cuevas mohosas y oscuras que fácilmente pueden cumplir la función de habitación en una posada si no te importan las alimañas y demás criaturas que en ellas viven.
Estaba muerta de cansancio, pasó frente a todas esas personas bebiendo, algunos estaban dormidos en sus mesas, otros peleaban apenas pudiendo sostener sus cuerpos llenos de alcohol y otros charlaban alegremente. Ella no quería hacer nada mas que dormir, fue un largo camino desde Feudo y apenas hizo una pequeña parada en Risco Rojo para dormir un poco y comer.
A la mañana siguiente, cuando los rayos del Sol entraban por las ranuras de la habitación Bethany despertó un poco más repuesta y lista para prepararse, pues su siguiente destino era Denerim, su plan inicial era regresar a Amaranthine y ver cual era el nuevo objetivo de los Guardas. Antes de partir hacia Denerim se paseó por todo el pueblo, fue a donde solía estar su antiguo hogar y rezó unas cuantas plegarias al Hacedor, pidiendo por sus padres y su hermano Carver y disfrutó del Cantar de la Luz, las hermosas palabras escritas por Andraste.