Nombre: Vivienne de Fer
Motes: Madame de Fer, dama de hierro, Viv (si no quieres morir, no lo uses)
Género: Femenino
Nacimiento: Wycome, Marcas Libres
Nacionalidad: Montsimmard, Orlais
Ascendencia: Rivain
Orientación sexual: Heterosexual
Estado civil: Soltera
Personalidad: Orgullosa, ambiciosa, dura y de carácter férreo. Sabe que sus límites están lejos de allá donde alcanza su vista, y no teme en pisar con firmeza todo aquello que se antepone entre ella y sus horizontes. Su ambición no conoce límites pero… ¿los tendrá su moral?
Historia reciente (tras DA:I): La dama de hierro se unió a la Inquisición para lograr sus objetivos. Una organización de creciente importancia dispuesta a sanar las –literales- heridas que rajaban el mundo era aquello que Vivienne necesitaba para empujar esas pretensiones que se vieron frustradas con la implosión de la guerra mago-templaria y la guerra civil de Orlais: obtener el puesto de primera encantadora del círculo de Montsimmard.
Aunque tras la derrota de Corifeus no logró convertirse en Divina –Cassandra fue la escogida-, se dio cuenta de la beneficiosa posición en la que se encontraba. Libre de ataduras a ningún cargo, sus alianzas seguían tan vivas como siempre. Una nueva partida de ajedrez empezaba y ella tenía la posibilidad de elegir con qué figura jugaría.
Con la proclamación de Cassandra, gracias a la buena relación mutua, tenía directos vínculos con la divina. Además, se refundaron los círculos, y el título de primera encantadora le fue otorgado. Fiona ya no podía volver a ostentar su antiguo título, y además se había entregado en cuerpo y alma a las nuevas academias de magos. Por lo tanto, el puesto gran encantadora se había liberado... Y muchos más nuevos habían aparecido que condicionarían la nueva política en el mundo de los magos.
Su relación con la política orlesiana seguía fuerte y con fundamento. Incluso la muerte de su amado duque de Ghislain le proporcionó más apoyos al ser proclamada por su viuda (y amiga personal) como embajadora de Ghislain, un cargo nuevo y simbólico que denotaba que era ella la que desempeñaría el papel que Bastien jugó hasta el momento.
Vivienne lo tenía todo listo: ahora sólo hacía falta salir a la pista de baile. El gran juego seguía en marcha.
Citas famosas: “Oh, cariño, ¿todavía hablando de desmantelar los círculos? Eso es tan de la guerra pasada”.
Motes: Madame de Fer, dama de hierro, Viv (si no quieres morir, no lo uses)
Género: Femenino
Nacimiento: Wycome, Marcas Libres
Nacionalidad: Montsimmard, Orlais
Ascendencia: Rivain
Orientación sexual: Heterosexual
Estado civil: Soltera
Personalidad: Orgullosa, ambiciosa, dura y de carácter férreo. Sabe que sus límites están lejos de allá donde alcanza su vista, y no teme en pisar con firmeza todo aquello que se antepone entre ella y sus horizontes. Su ambición no conoce límites pero… ¿los tendrá su moral?
Historia reciente (tras DA:I): La dama de hierro se unió a la Inquisición para lograr sus objetivos. Una organización de creciente importancia dispuesta a sanar las –literales- heridas que rajaban el mundo era aquello que Vivienne necesitaba para empujar esas pretensiones que se vieron frustradas con la implosión de la guerra mago-templaria y la guerra civil de Orlais: obtener el puesto de primera encantadora del círculo de Montsimmard.
Aunque tras la derrota de Corifeus no logró convertirse en Divina –Cassandra fue la escogida-, se dio cuenta de la beneficiosa posición en la que se encontraba. Libre de ataduras a ningún cargo, sus alianzas seguían tan vivas como siempre. Una nueva partida de ajedrez empezaba y ella tenía la posibilidad de elegir con qué figura jugaría.
Con la proclamación de Cassandra, gracias a la buena relación mutua, tenía directos vínculos con la divina. Además, se refundaron los círculos, y el título de primera encantadora le fue otorgado. Fiona ya no podía volver a ostentar su antiguo título, y además se había entregado en cuerpo y alma a las nuevas academias de magos. Por lo tanto, el puesto gran encantadora se había liberado... Y muchos más nuevos habían aparecido que condicionarían la nueva política en el mundo de los magos.
Su relación con la política orlesiana seguía fuerte y con fundamento. Incluso la muerte de su amado duque de Ghislain le proporcionó más apoyos al ser proclamada por su viuda (y amiga personal) como embajadora de Ghislain, un cargo nuevo y simbólico que denotaba que era ella la que desempeñaría el papel que Bastien jugó hasta el momento.
Vivienne lo tenía todo listo: ahora sólo hacía falta salir a la pista de baile. El gran juego seguía en marcha.
Citas famosas: “Oh, cariño, ¿todavía hablando de desmantelar los círculos? Eso es tan de la guerra pasada”.