-Uff...-reposó el cuerpo sobre un sillón que había en su habitación dejando la vista perdida en el techo.
-Bueno Dorian, ahora estás aquí...y por una vez no tengo ganas de pensar.
Al comienzo había sido un simple invitado, pero su permanencia en el Feudo Celestial se había prolongado más y se había encariñado con aquel sitio. Aunque sabía que lo bueno no duraba para siempre.
Tenía una pequeña resaca y prácticamente las pocas energías que le habían quedado, las usó para llegar hasta ahí. No era desgaste físico pero la cabeza le daba vueltas y vueltas, los nervios, la desesperación, todo se había acumulado en cuestión de segundos. Por un momento no sabía siquiera a quien alcanzó aquel golpe mortal...
-Mmmh.
Se dio ligeros masajes sobre la sien, cerrando los ojos e intentando olvidarse de todo aquello. Jurándose así mismo no volver a repetir aquel maldito hechizo sin un bastón.
Ahora sabía que era imposible recobrarse tan rápido y más si concentraba todas sus energías. Normalmente siempre podía ayudar a Ellana en el campo de batalla cuando los acompañaba, aunque ese hechizo era uno de sus ataques especiales y debía tener cuidado siempre de como usarlo.
-Seguro que todo está bien, seguro...-el sueño se fue apoderando del poco a poco, dejando que su cansancio lo venciera y dando la bienvenida al confort de no ser consciente de sí mismo.