por Garrett H. Dom Jun 14, 2015 10:42 am
La noche caía en Skyhold, colocó un manto sobre los lomos de su caballo y luego sacó una capa de doble forro de la mochila que el equino portaba al final del lomo. Había nevado en su larga ruta hacia el Feudo y aun quedaban los últimos copos de nieve, su viaje se vio retrasado por el mal tiempo pero confiaba en llegar a la fiesta.
- Caballo de Garrett:
Su primera impresión no fue la que esperaba, ya que vio pasar un carruaje que iba a toda velocidad en sentido contrario, seguido de varios soldados.
-¿Quien va?
-Garrett Hawke.
-Es mejor si nos ayudas.
Raras veces decía que no, ayudó como pudo a tranquilizar a algunas personas. Peinando la zona en rastro de algún culpable mientras terminaba de informarse de todo lo sucedido. Vislumbró un campamento a lo lejos, el único que se había montado fuera del Feudo.
Aquello no era normal, teniendo en cuenta todo el espacio que había dentro de aquella mole de piedra, madera y cemento. Adornado por un curioso hechizo de protección, parecía haber sido bendecido, pero Garrett incluso siendo mago no era un hombre de creer en demasiadas leyendas.
-¿Lady Cousland?...reconocería a un guardia gris incluso en un callejón oscuro.
Comentó con suavidad mientras se acercaba a ella por detrás y guiando a su caballo, ahora su único acompañante hasta el momento. Dejó entrever una sonrisa amable que mostraba todos sus respetos hacia los guardias grises. Recordando por un instante a su camarada Stroud. Ante él otra héroe, nada menos que la exterminadora del jefe de la quinta ruina. Pero quien mejor que Garrett para saber que lo que menos desea un héroe es ser alagado si ya no hace falta darle las "gracias".
Aquella reunión no había sido concertada, ni conocía que la Reina de Ferelden acudiría igualmente, aunque Garrett solo había tenido la oportunidad de saludar a su esposo. Sobra decir cual fue su primera impresión sobre el Rey Alistair en Kirkwal. Todo un encanto.
Última edición por Garrett H. el Lun Jun 15, 2015 7:39 am, editado 2 veces