Nombre: Seranna Nesihra
Raza: Elfa dalishana
Edad: 23
Orientación sexual: homosexual
Estatura: 1'44
Peso: 29k
constitución: menuda.
Apariencia: Es una elfa pelirroja de ojos verdes, pecas y vallasnin de Andruill demasiado baja para los estándares elfos. En el clan los niños se reían de ella por su baja estatura. También la mayor parte del tiempo, su cara muestra una expresión de odio, hosquedad y seriedad.
Personalidad: Siente un odio profundo hacia los seres humanos, es orgullosa, testaruda como una halla y muy segura de si misma, está muy orgullosa de ser una elfa dalishana, una auténtica elfa, no como esos "orejas redondas" que le dieron la espalda a sus tradiciones.
Aficiones: escalar árboles y anotar en su diario todas las cosas relacionadas con los elfos que descubre, como las historias que le contaba el haren o palabras élfica con su significado.
Le gusta: La naturaleza, las hallas, las costumbres dalishanas, la lluvia, los pájaros y las gracias de cristal.
Odia: Los humanos, la falsedad, la esclavitud y la avaricia.
Clan: Nesihra
Tarea del clan: Cazadora
Clase: Pícara
Especialización: Tempestad
Armas: un arco largo, dagas, cuchillos de lanzar y venenos
Historia: Seranna nación el el seno del clan Nesihra, muy famoso por ser el clan que más comercializaba con humanos. Es la hermana menor de la primero del custodio y siempre le ha tenido celos, por lo que intentaba superarla en todo y al sentirse desplazada, decidió centrarse en lo que le gustaba: el arco. Al principio era tan torpe con el que los elfos más jóvenes se reían de ella, hasta que después de mucho tiempo y dedicación, se convirtió en la mejor cazadora del clan.
Entre su clan, aparte de ser la más baja, era la más holgazana. A veces se saltaba sus partidas de caza para ponerse a escalar los árboles más altos y echarse una siesta entre las ramas más gruesas. Esta actitud molestaba mucho al custodio, quien la mandaba inmediatamente a cazar con sus compañeros. A veces, Seranna necesitaba un momento de paz y soledad para reflexionar y alejarse de todos un poco, pero parece que nadie la entendía.
Un día, salió a cazar y como escuchó ruido, decidió alejarse de sus compañeros y vio a dos humanos cazando hallas. Hablaban de lo buena que era esa carne y de lo bien que se vendía, y entonces, Seranna los mató inmediatamente con su arco.
Sus padres se preguntaban que de donde había cogido ese enorme odio hacia los humanos y no se daban cuenta de la respuesta: las historias que contaba el haren estaban llenas de humanos haciendo desaparecer sociedades élficas muy antiguas como la caída de Arlathan, La caída de Los Valles o las "justificadas" gloriosas marchas en nombre del Hacedor. La joven ya tenía muy claro que todos los humanos son unos monstruos asesinos.
Seranna fue a informar al custodio de lo que acababa de hacer y a el no le hizo ninguna gracia. Daba igual lo que estuvieran haciendo esos humanos, no era motivo para matarlos. Ahora la elfa pelirroja había puesto en peligro al clan y el custodio tomaría medidas, y por lo tanto, la expulsó.
Justo antes de marcharse, cogió su arco largo dalishano y sin que nadie la viera, robó la tinta de los vallaslin; si ella no lo conseguía, nadie más lo haría. Se fue del clan de noche, sin despedirse de nadie, ni siquiera de sus padres.
Se quedó vagando por los alrededores de Las Llanuras Exaltadas, que era donde estaba acampando su clan, hasta que empezaron a desmontar el campamento para migrar a otro sitio, lejos de los cadáveres humanos que habían enterrado.
En un pueblo próximo, ya se les estaba empezando a echar en falta a los humanos que habían salido a cazar hallas y decidieron organizar una partida de búsqueda. Encontraron un trocito de tierra que parecía recién escarbado y al despejar la zona, descubrieron los cuerpos de los cazadores con flechas de fabricación dalishana clavadas en el cuello. Recorrieron el perímetro de la zona intentando dar con el clan y cuando lo encontraron, fueron a buscar más personas para matar a esos elfos uno a uno hasta destruir el clan.
Seranna desde lejos, divisaba unas llamaradas anaranjadas que se extendían por la zona en la que estaba acampando su clan y se acercó deseando que estuvieran ya muy lejos de allí. Al llegar, la escena que se encontró fue perturbadora: los araveles estaban en llamas, los cuerpos irreconocibles de sus hermanos dalishanos estaban calcinado... No quedaba nada. Su odio por lo humanos aumentó todavía más y juró que no descansaría hasta darles caza.
Con la sangre del primer asesino que mató, se tatuó su vallaslin mezclando la sangre del humano con la tinta que había robado a su clan antes de irse. Desde entonces vive por los frondosos bosques de las Tumbas Esmeralda, cazando a cualquier humano con el que se cruzase.
Estado Civil: Soltera
Situación actual: Actualmente reside en las Tumbas Esmeralda, cargando con el peso de la culpa viviendo como una mártir y una salvaje. Sobrevive gracias a la carne que caza con su arco y las trampas que coloca. Vive en las copas de los árboles o en los campamentos de los humanos a los que asesina.
A pesar de haber dado caza a todos los humanos implicados en la muerte de su clan, no se siente satisfecha y su sed de venganza no se ha saciado. Tal vez si no hubiera matado a esos dos humanos, ahora su clan estaría vivo y ella seguiría viviendo entre los suyos.
Curiosidades:
-Su nombre viene de la palabra "serannas" que significa gratitud en élfico.
-Cuando está furiosa, se come a los humanos que caza.
-Sabe que se destruyó a si misma, pero piensa que es demasiado tarde para cambiar.
-Se ha leído todas las inscripciones del Vallasdahlen.
-Odia los zapatos y siempre va descalza.
-Le gusta el sonido del laúd, pero le da vergüenza admitirlo.
-Le fascinan los eluvians.
-No entiende como los humanos pueden vivir en "prisiones de piedra"
-Siente lástima por los "orejas redondas", pero al fin y al cabo, siguen siendo elfos como ella.
-Le gusta tocar un instrumento de viento élfico parecido a una flauta.
-Nunca se ha enamorado.
-Odia las costumbres humanas.
-Odia la capilla y no adora a Andraste ni al Hacedor.
-A pensado prenderle fuego a la catedral de Val royeaux.
-Le da pánico el fuego.
-Le encanta el agua y nadar en ella.
-Ha hecho trampas para humanos, pero ninguna ha funcionado.
-Adora la libertad.
-Nunca ha estado en una ciudad humana.
-No sabe bailar.
-Cuando salta de rama en rama, siente como si volara.
Raza: Elfa dalishana
Edad: 23
Orientación sexual: homosexual
Estatura: 1'44
Peso: 29k
constitución: menuda.
Apariencia: Es una elfa pelirroja de ojos verdes, pecas y vallasnin de Andruill demasiado baja para los estándares elfos. En el clan los niños se reían de ella por su baja estatura. También la mayor parte del tiempo, su cara muestra una expresión de odio, hosquedad y seriedad.
Personalidad: Siente un odio profundo hacia los seres humanos, es orgullosa, testaruda como una halla y muy segura de si misma, está muy orgullosa de ser una elfa dalishana, una auténtica elfa, no como esos "orejas redondas" que le dieron la espalda a sus tradiciones.
Aficiones: escalar árboles y anotar en su diario todas las cosas relacionadas con los elfos que descubre, como las historias que le contaba el haren o palabras élfica con su significado.
Le gusta: La naturaleza, las hallas, las costumbres dalishanas, la lluvia, los pájaros y las gracias de cristal.
Odia: Los humanos, la falsedad, la esclavitud y la avaricia.
Clan: Nesihra
Tarea del clan: Cazadora
Clase: Pícara
Especialización: Tempestad
Armas: un arco largo, dagas, cuchillos de lanzar y venenos
Historia: Seranna nación el el seno del clan Nesihra, muy famoso por ser el clan que más comercializaba con humanos. Es la hermana menor de la primero del custodio y siempre le ha tenido celos, por lo que intentaba superarla en todo y al sentirse desplazada, decidió centrarse en lo que le gustaba: el arco. Al principio era tan torpe con el que los elfos más jóvenes se reían de ella, hasta que después de mucho tiempo y dedicación, se convirtió en la mejor cazadora del clan.
Entre su clan, aparte de ser la más baja, era la más holgazana. A veces se saltaba sus partidas de caza para ponerse a escalar los árboles más altos y echarse una siesta entre las ramas más gruesas. Esta actitud molestaba mucho al custodio, quien la mandaba inmediatamente a cazar con sus compañeros. A veces, Seranna necesitaba un momento de paz y soledad para reflexionar y alejarse de todos un poco, pero parece que nadie la entendía.
Un día, salió a cazar y como escuchó ruido, decidió alejarse de sus compañeros y vio a dos humanos cazando hallas. Hablaban de lo buena que era esa carne y de lo bien que se vendía, y entonces, Seranna los mató inmediatamente con su arco.
Sus padres se preguntaban que de donde había cogido ese enorme odio hacia los humanos y no se daban cuenta de la respuesta: las historias que contaba el haren estaban llenas de humanos haciendo desaparecer sociedades élficas muy antiguas como la caída de Arlathan, La caída de Los Valles o las "justificadas" gloriosas marchas en nombre del Hacedor. La joven ya tenía muy claro que todos los humanos son unos monstruos asesinos.
Seranna fue a informar al custodio de lo que acababa de hacer y a el no le hizo ninguna gracia. Daba igual lo que estuvieran haciendo esos humanos, no era motivo para matarlos. Ahora la elfa pelirroja había puesto en peligro al clan y el custodio tomaría medidas, y por lo tanto, la expulsó.
Justo antes de marcharse, cogió su arco largo dalishano y sin que nadie la viera, robó la tinta de los vallaslin; si ella no lo conseguía, nadie más lo haría. Se fue del clan de noche, sin despedirse de nadie, ni siquiera de sus padres.
Se quedó vagando por los alrededores de Las Llanuras Exaltadas, que era donde estaba acampando su clan, hasta que empezaron a desmontar el campamento para migrar a otro sitio, lejos de los cadáveres humanos que habían enterrado.
En un pueblo próximo, ya se les estaba empezando a echar en falta a los humanos que habían salido a cazar hallas y decidieron organizar una partida de búsqueda. Encontraron un trocito de tierra que parecía recién escarbado y al despejar la zona, descubrieron los cuerpos de los cazadores con flechas de fabricación dalishana clavadas en el cuello. Recorrieron el perímetro de la zona intentando dar con el clan y cuando lo encontraron, fueron a buscar más personas para matar a esos elfos uno a uno hasta destruir el clan.
Seranna desde lejos, divisaba unas llamaradas anaranjadas que se extendían por la zona en la que estaba acampando su clan y se acercó deseando que estuvieran ya muy lejos de allí. Al llegar, la escena que se encontró fue perturbadora: los araveles estaban en llamas, los cuerpos irreconocibles de sus hermanos dalishanos estaban calcinado... No quedaba nada. Su odio por lo humanos aumentó todavía más y juró que no descansaría hasta darles caza.
Con la sangre del primer asesino que mató, se tatuó su vallaslin mezclando la sangre del humano con la tinta que había robado a su clan antes de irse. Desde entonces vive por los frondosos bosques de las Tumbas Esmeralda, cazando a cualquier humano con el que se cruzase.
Estado Civil: Soltera
Situación actual: Actualmente reside en las Tumbas Esmeralda, cargando con el peso de la culpa viviendo como una mártir y una salvaje. Sobrevive gracias a la carne que caza con su arco y las trampas que coloca. Vive en las copas de los árboles o en los campamentos de los humanos a los que asesina.
A pesar de haber dado caza a todos los humanos implicados en la muerte de su clan, no se siente satisfecha y su sed de venganza no se ha saciado. Tal vez si no hubiera matado a esos dos humanos, ahora su clan estaría vivo y ella seguiría viviendo entre los suyos.
Curiosidades:
-Su nombre viene de la palabra "serannas" que significa gratitud en élfico.
-Cuando está furiosa, se come a los humanos que caza.
-Sabe que se destruyó a si misma, pero piensa que es demasiado tarde para cambiar.
-Se ha leído todas las inscripciones del Vallasdahlen.
-Odia los zapatos y siempre va descalza.
-Le gusta el sonido del laúd, pero le da vergüenza admitirlo.
-Le fascinan los eluvians.
-No entiende como los humanos pueden vivir en "prisiones de piedra"
-Siente lástima por los "orejas redondas", pero al fin y al cabo, siguen siendo elfos como ella.
-Le gusta tocar un instrumento de viento élfico parecido a una flauta.
-Nunca se ha enamorado.
-Odia las costumbres humanas.
-Odia la capilla y no adora a Andraste ni al Hacedor.
-A pensado prenderle fuego a la catedral de Val royeaux.
-Le da pánico el fuego.
-Le encanta el agua y nadar en ella.
-Ha hecho trampas para humanos, pero ninguna ha funcionado.
-Adora la libertad.
-Nunca ha estado en una ciudad humana.
-No sabe bailar.
-Cuando salta de rama en rama, siente como si volara.
Última edición por Seranna Nesihra el Sáb Jul 11, 2015 5:24 pm, editado 1 vez