Anora Mac Tir

Nombre: Anora Mac Tir (aka Anora Theirin)

Género: Femenino

Orientación sexual: Bisexual

Estado civil: Viuda

Personalidad: "La mejor forma de describirla es usando la palabra ambición. Esta mujer ha probado el festín del poder y ya no se la puede frenar: no quiere devorar nunca nada más". Carta de un noble fereldeno a su hermana.

Historia reciente: Tras ser derrotado su padre en la famosa asamblea de Denerim, Alistair Theirin y Sylvia Cousland se unieron en sagrado matrimonio. Gracias a la bondad del rey, aquellas voces que clamaban la ejecución de la anterior reina consorte fueron acalladas y ella fue encerrada. Pero, ¿qué es peor castigo, perder la vida o ver cómo la pierdes poco a poco entre cuatro paredes de piedra?

¡Buenos díiiiiias, señora Estirada-Cursi von-repipi! ¡Pffff! ¡Ja, ja, ja, ja!

Spoiler:

¿De verdad ha merecido la pena dejarse llevar por la ambición? Habéis tenido suerte de que la decisión recayera sobre mi marido, si de mí hubiera dependido, no creo que hubiera sido tan compasiva.

Puedo entender la lealtad hacia vuestro padre, pero la lealtad también incluye hacer ver a alguien que está equivocado. Aunque dudo que guardéis lealtad a alguien más que vos misma...

Yo misma me di cuenta de los errores de mi padre, nunca defendí sus acciones más allá de lo que me exigía el papel como hija. Sin embargo, usted, Lady Cousland, me pidió que sonriera ante la ejecución de mi padre y asintiera. No, mi 'reina', el mundo no funciona así, no todas podemos apagar nuestros sentimientos.

Me dejé llevar la ambición. Quería el poder. Y, no me engañaré, lo merecía: yo había sido la auténtica soberana durante el reinado de Cailan (¡y que nadie se atreva a decir que no amaba con fuerza a mi marido!). Y sí, jugué mis cartas, pero las jugué mal. Sin embargo, el castigo que me ha sido impuesto es escandalosamente desproporcionado. ¿Por qué deseáis con tanto fervor mi muerte? Mi padre actuó mal, pero yo no he cometido ninguno de sus crímenes. Creo que el odio que me profesáis, reina, la retrata más a usted que a mí misma.

No albergo odio en mi corazón, mi señora, a decir verdad, ni siquiera sé que profesaros. Jamás negaré la redención a nadie si es lo que busca, pero la confianza es como un cristal: una vez que se quiebra, no vuelve a recomponerse de la misma manera nunca.

Pffff... Yo me piro, no quiero hablar con la señora Cursi-Estirada von Repipi y la señora Creída-Peripuesta de los Peces Gordos. ¡Pfff! ¡Ja ja ja ja ja!

- Hey, ven aquí, rubia!! Qué me has llamado?

Se recoge el vestido y sale corriendo tras ella.

-¡Oh, oh! ¡Yo me las piro!-Corro lo más rápido que puedo, como cuando hago una travesura y no quiero que me pillen.

En serio, desde que leyó ese libro escrito por no se qué filosofo orlesiano, mi hermana cada día se saca una frase de esas. Me pregunto cuando las agotará...

En cuanto a ti, Anora, no tengo ninguna razón para odiarte. Nos conocemos desde que eramos niños, después de todo, y estuve toda la Ruina en la Espesura recuperándome de mis heridas, pero si quieres que mi hermana considere realmente dejarte ir, no deberías enfrentarte a ella de manera tan abierta. Siempre has tenido el bien de Ferelden como la razón de muchas de tus decisiones; si de verdad tienes el bien de nuestro país como motivación, aparta tu animosidad por Sylvia y trabaja con ella y Alistair para crecer más fuertes como nación.

Piensa en lo que he dicho, porque de otra manera estarás aquí durante mucho tiempo. En fin, aunque no creo que tenga que recordartelo.. si Sylvia te deja libre e intentas algo contra ella, me aseguraré de que te arrepientas el resto de tu miserable vida. Siempre que quede algo después de que Sylvia haya acabado contigo, por supuesto.

Admítelo, te mueres por que te deje ese libro y le sume puntos a tu carisma y elocuencia para impresionar a las damas. Y te pones muy mono cuando ejerces de hermanito mayor.