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Mi preciosa armadura:
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Bethany nació en Ferelden y vivió en constante movimiento, pues su familia no podía quedarse en un solo lugar debido a su magia. Creció con las enseñanzas de su padre, él fue quién la enseñó a controlar su magia, cómo debía usarla y también le enseñó que la magia de sangre era un tipo de magia malvado, de ahí su aversión hacia ella. La muerte de su padre fue un golpe muy duro para todos, pero más para ella, pues había compartido muchas cosas junto a él, se sentía protegida y sin él se sentía a flote en un océano enorme. Su ultimo lugar de residencia antes de verse forzada a huir junto a sus hermanos y su madre a causa de la Ruina fue el pueblo de Lothering que mas tarde fue destruido.
Para escapar de la Ruina huyeron a la Espesura de Korkari de dónde ayudados por una misteriosa bruja que podía transformarse en dragón lograron llegar a las Marchas Libres en Kirkwall, pues según su madre, la familia Amell gozaba de prestigio y riqueza, no fue así.
Bethany soñaba con recuperar el estatus de la familia Amell, más por su madre que por ella misma, su madre había sufrido demasiado y debía hacer algo para aliviar un poco su dolor, para hacerlo se unió a una expedición a los Caminos de las Profundidades junto a sus hermanos, prometía riquezas suficientes como para poder recuperar la mansión, la primera de muchas visitas a los Caminos de las Profundidades...en ese lugar abundaban los Engendros Tenebrosos, criaturas portadoras de la Ruina que corrompían todo lo que tocaban, en medio de la expedición comenzó a sentirse débil, las cosas se movían, los susurros, el dolor que recorría todo su cuerpo...había caído en la infección de los engendros, su única esperanza y salvación era unirse a los Guardas Grises, si bien no era una cura, al menos podría seguir viviendo.
El equipo liderado por Stroud salió rápidamente de los Caminos de las Profundidades y regresaron a Ferelden para realizar el ritual de Iniciación, algo muy peligroso pero esa era su única opción, un ritual al que muy pocos sobreviven, lo hizo, sobrevivió en contra de todo pronostico, uniéndose así a la orden.
Durante los primeros años dentro de los Guardas, Bethany se lamentaba e incluso maldecía a sus hermanos por enviarla lejos, los envidiaba porque ellos no cayeron en la infección, se preguntaba muchas veces que hubiera pasado si se hubiera quedado en casa en lugar de ir a la expedición, culpaba a sus hermanos por haberla hecho ir, no podía darse cuenta de que ella también lo deseaba, por su madre, por ella. Esos primeros años estuvieron llenos de visitas a los Caminos, de misiones sin demasiada importancia pero sobretodo, de matar Engendros Tenebrosos que siguieron en la superficie, aún un año después de que la Ruina había terminado.
Con el paso de los años se dio cuenta de que todo ese resentimiento era infundado, sus hermanos habían tomado la decisión correcta, de no ser por eso habría muerto en ese oscuro lugar, esa no era la mejor forma de morir, ese no era su momento, el Hacedor aun no la quería de vuelta y por ello debería estar agradecida, les debía la vida, como ya muchas veces antes. Se dio cuenta de que pertenecer a los Guardas no era simplemente matar Engendros, no era simplemente pasearse por los Caminos de las Profundidades; era sacrificarlo todo por un bien mayor; era hacer cosas que no cualquiera se atrevería a hacer; era servir a la gente; era ser su protector, por algo eran Guardas, para defender y ayudar siempre que fuese necesario. Portaba con orgullo su armadura, cómo recordatorio de su pasado y de todo lo que había pasado para llegar a serlo, ahora estaba lista, lista para lo que la vida le deparase.
Mi preciosa armadura:
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- Nombre del personaje: Bethany Hawke
- Sexo: Femenino
- Edad: 29
- Apariencia fisica: Piel blanca, cabello color negro y ondulado que cae sobre sus hombros, le gusta pintarse sus carnosos y suaves labios de un tono rojo oscuro, ojos grandes y del color de la miel con un brillo especial.
- Raza: Humano
- Personalidad: Es muy amable y cortés, muy disciplinada también, apasionada y curiosa, es además sumamente noble y leal sin importarle tener que sacrificarse por las personas que ame aunque en ello se le vaya la vida. Bethany ve la vida en muchos colores, en dónde otros ven oscuridad ella ve luz, característica que desde jóven la ha ayudado a avanzar y a superar las pruebas que se ponen en su camino, aunque a veces era un poco ingenua.
En un principio odiaba pertenecer a los Guardas Grises, pero ahora, años después ha aprendido a llevar su cargo con honor. Al ser maga y al haber sufrido todo lo que sufren los magos, el tener que esconderse por el miedo a ser separada de su vida, de su familia, apoya profundamente a los magos. Siente también cierto desprecio por la magia de sangre. - Clase: Mago
- Especialización: Mago de Fuerza
- Historia:
Bethany nació en Ferelden y vivió en constante movimiento, pues su familia no podía quedarse en un solo lugar debido a su magia. Creció con las enseñanzas de su padre, él fue quién la enseñó a controlar su magia, cómo debía usarla y también le enseñó que la magia de sangre era un tipo de magia malvado, de ahí su aversión hacia ella. La muerte de su padre fue un golpe muy duro para todos, pero más para ella, pues había compartido muchas cosas junto a él, se sentía protegida y sin él se sentía a flote en un océano enorme. Su ultimo lugar de residencia antes de verse forzada a huir junto a sus hermanos y su madre a causa de la Ruina fue el pueblo de Lothering que mas tarde fue destruido.
Para escapar de la Ruina huyeron a la Espesura de Korkari de dónde ayudados por una misteriosa bruja que podía transformarse en dragón lograron llegar a las Marchas Libres en Kirkwall, pues según su madre, la familia Amell gozaba de prestigio y riqueza, no fue así.
Bethany soñaba con recuperar el estatus de la familia Amell, más por su madre que por ella misma, su madre había sufrido demasiado y debía hacer algo para aliviar un poco su dolor, para hacerlo se unió a una expedición a los Caminos de las Profundidades junto a sus hermanos, prometía riquezas suficientes como para poder recuperar la mansión, la primera de muchas visitas a los Caminos de las Profundidades...en ese lugar abundaban los Engendros Tenebrosos, criaturas portadoras de la Ruina que corrompían todo lo que tocaban, en medio de la expedición comenzó a sentirse débil, las cosas se movían, los susurros, el dolor que recorría todo su cuerpo...había caído en la infección de los engendros, su única esperanza y salvación era unirse a los Guardas Grises, si bien no era una cura, al menos podría seguir viviendo.
El equipo liderado por Stroud salió rápidamente de los Caminos de las Profundidades y regresaron a Ferelden para realizar el ritual de Iniciación, algo muy peligroso pero esa era su única opción, un ritual al que muy pocos sobreviven, lo hizo, sobrevivió en contra de todo pronostico, uniéndose así a la orden.
Durante los primeros años dentro de los Guardas, Bethany se lamentaba e incluso maldecía a sus hermanos por enviarla lejos, los envidiaba porque ellos no cayeron en la infección, se preguntaba muchas veces que hubiera pasado si se hubiera quedado en casa en lugar de ir a la expedición, culpaba a sus hermanos por haberla hecho ir, no podía darse cuenta de que ella también lo deseaba, por su madre, por ella. Esos primeros años estuvieron llenos de visitas a los Caminos, de misiones sin demasiada importancia pero sobretodo, de matar Engendros Tenebrosos que siguieron en la superficie, aún un año después de que la Ruina había terminado.
Con el paso de los años se dio cuenta de que todo ese resentimiento era infundado, sus hermanos habían tomado la decisión correcta, de no ser por eso habría muerto en ese oscuro lugar, esa no era la mejor forma de morir, ese no era su momento, el Hacedor aun no la quería de vuelta y por ello debería estar agradecida, les debía la vida, como ya muchas veces antes. Se dio cuenta de que pertenecer a los Guardas no era simplemente matar Engendros, no era simplemente pasearse por los Caminos de las Profundidades; era sacrificarlo todo por un bien mayor; era hacer cosas que no cualquiera se atrevería a hacer; era servir a la gente; era ser su protector, por algo eran Guardas, para defender y ayudar siempre que fuese necesario. Portaba con orgullo su armadura, cómo recordatorio de su pasado y de todo lo que había pasado para llegar a serlo, ahora estaba lista, lista para lo que la vida le deparase.
- Spoiler:
- Hice todo lo que pude la imagen es demasiado grande?
Última edición por Bethany Hawke el Lun Jun 15, 2015 7:33 pm, editado 6 veces