Mi mundo pequeñito
Una mesa y dos sillas,
una botella de vino
pan, queso
y una onza de chocolate de postre,
un vaso de cogñac,
la luna por la ventana,
saber que el mar existe
aunque yo no lo vea,
y tenerte en mi cama cada noche:
mi mundo pequeñito.
Nunca estuvo seguro de si alguna vez amó a alguien, tampoco olvidaría su primera vez con un hombre. Cuando realmente sintió que se entregaba a alguien por voluntad propia y no por mantener las apariencias.
Sus encuentros siempre eran furtivos, siempre escondido, viviendo su sexualidad en la sombra, tan solo noches compartidas pero nunca despertaba en la misma cama. Recordaba los rostros de algunos y de otros no, pero nunca tuvo un amante al que realmente quisiera, por que no podía permitírselo. En realidad incluso a los más ricos, habían lujos que les estaba totalmente negados.
Volvió a observar al extraño y silencioso elfo de tez albina como la nieve. lo más entrañable de todo, es que nunca recurrió a un esclavo para satisfacer su apetito, muchos incluso fingían amar a su amo. Pero si algo caracterizó a la familia Pavus, era su buen trato con los sirvientes y así educaron a Dorian.
Aún en un pequeño rincón de su alma, sabía que Tevinter tenía salvación.
-Todavía no me has dicho para que necesitas mi ayuda, si ahora mismo te cortaran la lengua, no notaría la diferencia...pero sentiría gran satisfacción.
Continuaba con su discordia, del algún modo necesitaba desahogarse.
-¿Como piensas mantenerme a tu lado? ningún veneno dura tres días...elfo sin nombre.
Última edición por Dorian Pavus el Miér Ago 19, 2015 5:27 am, editado 4 veces