Tras descubrir que una nueva crisis amenazaba Thedas, Grey no estaba dispuesto a volver a empuñar las armas por otros. Había dado y perdido mas que suficiente por esta tierra ingrata y estaba harto de ello, así que se marcho.
Buscando un lugar donde no fuera molestado ni a molestar, él y los que le siguieron, llegaron a las zonas mas profundas del bosque de Brecilia. Un lugar tan antiguo, que hasta el aire olía a viejo y era difícil de respirar. Un lugar tan antiguo, que ni hombres ni elfos se atrevían a pisar.
Cuando abandono las ruinas de la prisión de los guardas en las Marcas Libres, nunca pensó que alguien le pudiera seguir. No era nadie, solo un hombre y soldado fracasado, con una innata capacidad para sobrevivir a todo y todos. Por desgracia también tenia el don de profesar empatía y lealtad. Así pues, en el inicio de su viaje, ya le acompañaban un ingente de seguidores, compuestos de poco mas de una docena de enanos ex del cartel y varias decenas de los desechados de Ciudad Oscura. Ya llegados a su destino final, el grupo lo conformaban poco mas de 300 personas, la mayoría aldeanos que fueron rescatados por el camino de aldeas arrasadas por las grietas y el resto elfos de ciudad huidos de una vida de servidumbre.
Durante un tiempo parecía que nadie les molestaría. Pero aunque uno quiera alejarse del mundo, vives en él y los acontecimientos acaban por alcanzarte de una forma u otra.
Cuando un grupo de exploradores salía, era normal no saber de ellos en 4 o 5 días, una semana a lo sumo. Hacía 10 días que no sabían del grupo de Bierg.
Bierg era un enano muy experimentado en la batalla y nada propenso a la locura Berseker que tenían la mayoría de enanos de sus características. Era concienzudo en su trabajo, le gustaba tener planificado cada movimiento que hacía y solo le gustaba rodearse de gente con similares características a la hora de realizar sus salidas. De hay la preocupación de Grey.
Tras dos jornadas, hallaron un rastro de batalla en un pequeño claro, pero sin cuerpos. El grupo de 15 hombres, se detuvo a un gesto de Grey. Aprovecharon para reponer fuerzas, ya que la atmósfera en ese lugar era mas agobiante.
Un joven elfo que se apunto a la expedición, no sabía que se supone que esperaban. Era su primera incursión y su experiencia era mínima, pero quería impresionar a una joven de la aldea y pensó que esta sería la mejor forma.
El elfo sentía mas miedo que respeto por las habilidades de Grey. Un hombre capaz de destruir o anular la magia con su sola presencia, era algo antinatura en un mundo donde la magia conformaba una parte tan importante. Ademas esa mascara negra, con facciones definidas, pero sin orificios, le daban un aire realmente siniestro.
-¿Que hace el señor Grey?- pregunta al verlo moverse por el campo casi como si estubiera paseándose- ¿No deberíamos movernos?- El enano, de su lado, lo mira con unos ojos que helarían la sangre hasta a los engendros y el joven se aleja con una sonrisilla nerviosa de terror.
Grey se detiene junto a unos arbustos y llama a Escudo y Freya. el primero era un enano esbelto y considerado alto entre los de su raza; su familia eran exteriores desde hacia 5 generaciones y tenían fama de buenos herreros en las Marcas Libres. Cuando lo conoció, era un tirado en ciudad Oscura, sus problemas con el juego le habían hecho perder todo lo que su familia levanto. Era uno de sus 5 de confianza y su habilidad con el martillo iba mas allá de la forja, por eso lo trajo consigo. Freya era una elfa Dalish y pareja sentimental de Escudo, otra de los 5. Sus habilidades de caza y rastreo superaban en muchos aspectos a las de Grey y ambos compartían pasión por la alquimia y las nuevas ciencias. Su romance con Escudo hizo que abandonara su clan.
-Eran engendros, mas de una docena por el olor- Les dice Grey
-Hay huellas de Ogro- Añade Freya.
-¿Bierg cayendo en una emboscada? Lo veo imposible- se molesta Escudo, que admiraba la entereza del viejo comandante enano- Y menos en una emboscada de esos descerebrados engendros.
-Aquí hay algo mas- se acercan a una columna de arboles y arbustos- No atacaron en desbandada como acostumbran a hacer. fue un ataque coordinado desde diferentes puntos.
Grey aparta unos arbustos y encuentran unas flechas clavadas en el suelo. Se distinguen la marca de una pierna en la hierba aplastada- Aquí uno estuvo apostado bastante tiempo. Seguro que encontraremos marcas similares alrededor.
-Eso es imposible- Dice con un tono algo temeroso Freya- Acabamos de pasar una Ruina.
-No vale la pena ponerse nerviosos o especular sin conocer todos los hechos. continuemos y veamos que ocurre- La calma Grey.
Buscando un lugar donde no fuera molestado ni a molestar, él y los que le siguieron, llegaron a las zonas mas profundas del bosque de Brecilia. Un lugar tan antiguo, que hasta el aire olía a viejo y era difícil de respirar. Un lugar tan antiguo, que ni hombres ni elfos se atrevían a pisar.
Cuando abandono las ruinas de la prisión de los guardas en las Marcas Libres, nunca pensó que alguien le pudiera seguir. No era nadie, solo un hombre y soldado fracasado, con una innata capacidad para sobrevivir a todo y todos. Por desgracia también tenia el don de profesar empatía y lealtad. Así pues, en el inicio de su viaje, ya le acompañaban un ingente de seguidores, compuestos de poco mas de una docena de enanos ex del cartel y varias decenas de los desechados de Ciudad Oscura. Ya llegados a su destino final, el grupo lo conformaban poco mas de 300 personas, la mayoría aldeanos que fueron rescatados por el camino de aldeas arrasadas por las grietas y el resto elfos de ciudad huidos de una vida de servidumbre.
Durante un tiempo parecía que nadie les molestaría. Pero aunque uno quiera alejarse del mundo, vives en él y los acontecimientos acaban por alcanzarte de una forma u otra.
Cuando un grupo de exploradores salía, era normal no saber de ellos en 4 o 5 días, una semana a lo sumo. Hacía 10 días que no sabían del grupo de Bierg.
Bierg era un enano muy experimentado en la batalla y nada propenso a la locura Berseker que tenían la mayoría de enanos de sus características. Era concienzudo en su trabajo, le gustaba tener planificado cada movimiento que hacía y solo le gustaba rodearse de gente con similares características a la hora de realizar sus salidas. De hay la preocupación de Grey.
Tras dos jornadas, hallaron un rastro de batalla en un pequeño claro, pero sin cuerpos. El grupo de 15 hombres, se detuvo a un gesto de Grey. Aprovecharon para reponer fuerzas, ya que la atmósfera en ese lugar era mas agobiante.
Un joven elfo que se apunto a la expedición, no sabía que se supone que esperaban. Era su primera incursión y su experiencia era mínima, pero quería impresionar a una joven de la aldea y pensó que esta sería la mejor forma.
El elfo sentía mas miedo que respeto por las habilidades de Grey. Un hombre capaz de destruir o anular la magia con su sola presencia, era algo antinatura en un mundo donde la magia conformaba una parte tan importante. Ademas esa mascara negra, con facciones definidas, pero sin orificios, le daban un aire realmente siniestro.
-¿Que hace el señor Grey?- pregunta al verlo moverse por el campo casi como si estubiera paseándose- ¿No deberíamos movernos?- El enano, de su lado, lo mira con unos ojos que helarían la sangre hasta a los engendros y el joven se aleja con una sonrisilla nerviosa de terror.
Grey se detiene junto a unos arbustos y llama a Escudo y Freya. el primero era un enano esbelto y considerado alto entre los de su raza; su familia eran exteriores desde hacia 5 generaciones y tenían fama de buenos herreros en las Marcas Libres. Cuando lo conoció, era un tirado en ciudad Oscura, sus problemas con el juego le habían hecho perder todo lo que su familia levanto. Era uno de sus 5 de confianza y su habilidad con el martillo iba mas allá de la forja, por eso lo trajo consigo. Freya era una elfa Dalish y pareja sentimental de Escudo, otra de los 5. Sus habilidades de caza y rastreo superaban en muchos aspectos a las de Grey y ambos compartían pasión por la alquimia y las nuevas ciencias. Su romance con Escudo hizo que abandonara su clan.
-Eran engendros, mas de una docena por el olor- Les dice Grey
-Hay huellas de Ogro- Añade Freya.
-¿Bierg cayendo en una emboscada? Lo veo imposible- se molesta Escudo, que admiraba la entereza del viejo comandante enano- Y menos en una emboscada de esos descerebrados engendros.
-Aquí hay algo mas- se acercan a una columna de arboles y arbustos- No atacaron en desbandada como acostumbran a hacer. fue un ataque coordinado desde diferentes puntos.
Grey aparta unos arbustos y encuentran unas flechas clavadas en el suelo. Se distinguen la marca de una pierna en la hierba aplastada- Aquí uno estuvo apostado bastante tiempo. Seguro que encontraremos marcas similares alrededor.
-Eso es imposible- Dice con un tono algo temeroso Freya- Acabamos de pasar una Ruina.
-No vale la pena ponerse nerviosos o especular sin conocer todos los hechos. continuemos y veamos que ocurre- La calma Grey.
Última edición por Grey el Jue Jun 18, 2015 9:01 am, editado 1 vez